Uno de los servicios más importantes de los grupos dedicados a los desatascos, es la reparación de fugas. Fontaneros especializados le proponen tareas para que su inmueble se libre de uno de los problemas más frecuentes y molestos. Además de resultar costoso y antiestético por la degradación que presentan los revestimientos de los paramentos, supone una degradación para las infraestructuras y un derroche medioambiental. Además, la factura del agua no tiene por qué contener un volumen no gasto, sino perdido.
Para evitar todos estos problemas, los especialistas cuentan con maquinaria especial para detectar fugas de agua. Es el paso previo a la reparación, pues hoy en día no resulta factible ir picando el suelo hasta encontrar la fisura que provoca la pérdida de agua. Estas fisuras suelen estar provocadas por heladas (cuando la conducción se halla en el interior), por movimientos del suelo, por fallos en la instalación, por presencia de raíces, piedras, cascotes... En algunos casos son de muy pequeño tamaño y apenas pueden observarse a simple vista. Los correladores son aparatos con los que se evalúa el estado de una tubería respecto a su presión, midiendo la presión hasta encontrar por dónde pierde.
La ganancia de tiempo es fundamental, y también los costes de las obras de albañilería. Con la reparación de fugas, cualquier edificio institucional, residencial o comercial, se librará de manchas de humedad, malos olores y en definitiva de un ambiente que no invita a quedarse en el inmueble.
Las reparaciones en este ámbito pueden ser de mayor o menor entidad. Por ejemplo, uno de los trabajos de los operarios es la rehabilitación de grandes conducciones del saneamiento. En estos casos pueden emplearse packers, aparatos robóticos que manipulados a distancia repararán la fuga sin necesidad de zanjas. Para ello se emplearán resinas específicas asociadas a camisas de fibra de vidrio.
Para evitar todos estos problemas, los especialistas cuentan con maquinaria especial para detectar fugas de agua. Es el paso previo a la reparación, pues hoy en día no resulta factible ir picando el suelo hasta encontrar la fisura que provoca la pérdida de agua. Estas fisuras suelen estar provocadas por heladas (cuando la conducción se halla en el interior), por movimientos del suelo, por fallos en la instalación, por presencia de raíces, piedras, cascotes... En algunos casos son de muy pequeño tamaño y apenas pueden observarse a simple vista. Los correladores son aparatos con los que se evalúa el estado de una tubería respecto a su presión, midiendo la presión hasta encontrar por dónde pierde.
La ganancia de tiempo es fundamental, y también los costes de las obras de albañilería. Con la reparación de fugas, cualquier edificio institucional, residencial o comercial, se librará de manchas de humedad, malos olores y en definitiva de un ambiente que no invita a quedarse en el inmueble.
Las reparaciones en este ámbito pueden ser de mayor o menor entidad. Por ejemplo, uno de los trabajos de los operarios es la rehabilitación de grandes conducciones del saneamiento. En estos casos pueden emplearse packers, aparatos robóticos que manipulados a distancia repararán la fuga sin necesidad de zanjas. Para ello se emplearán resinas específicas asociadas a camisas de fibra de vidrio.